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Kilianskirche
(Photo: Lother Gerlach)

La casa patricia Schwalenstöcker

La casa con fachadas entramadas de tres pisos, conocida como "Haus Schwalenstöcker" (también "Haus Nolden"), se encuentra en la calle "Katthagen" en el sudeste del barrio antiguo de Korbach. Como revela la fecha en la puerta del sótano, fue construída en 1593 por Conrad Engelhard. Por tanto es la casa habitable más antígua de Korbach. Como una llaga resistió al incendio vasto de 1664. El tallado variado de estilo renacentista es notable. Se ve hombres barbudos en ambos picos del hastial que se interpretan como espíritus de guardia para apartar el mal de la casa y de sus habitantes.

 

Después de la muerte del constructor la familia Nolden adquirió la casa en 1619 y se la quedó durante siete generaciones. En 1829 Daniel Schwalenstöcker de Lengefeld compró el inmueble. Durante cinco generaciones quedó propiedad de la familia Schwalenstöcker. Alcaldes, comisionados de la Ciudad, comisionados agrícolas, juezes y abogados vivían en esta casa en los siglos pasados. En 1953 la Ciudad de Korbach adquirió la casa. En la actualidad sirve como finca urbana con varios apartamentos.

Todavía se cuenta la historia de la "mujer blanca":

Érase una vez un comerciante que vivía en la casa Schwalenstöcker. Era un hombre bueno y rico. Su mujer murió en el parto. Inconsolable, sólo la existencia de su hijo pequeño le mantenía vivo. Tras unos años y para darle una madre a su hijo, se casó con otra mujer, bella pero codiciosa. Un día - el comerciante estaba como a menudo de viaje - la mujer le dió un empuje al hijo del comerciante y este se cayó sobre la barandilla. Se quedó cubierto de sangre en las lastras del corredor y se murió. La mujer quiso que su propio hijo heredase finca y fortuna del comerciante. Cuando volvió a casa, el comerciante le hizo grandes reproches a su mujer. Por más que se esforzara, la mujer no conseguía quitar la mancha de sangre que volvía a aparecer una y otra vez. Cuando su marido la sorprendió limpiándo las lastras, confesó su crimen. Él, loco de ira, la dejó enmurallar viva en el sótano. Desde entonces erraba como un fantasma con un vestido blanco a medianoche por la casa limpiando las lastras. Seguramente seguiría haciéndolo, si no un dueño posterior hubiera quitado las lastras.

(según una historia de la familia Schwalenstöcker)

© Dominic Berger/ M. Möller

Literatur:

Hans Osterhold: Meine Stadt. Korbacher Bauten erzählen Stadtgeschichte, hrsg. vom Magistrat der Kreisstadt Korbach, 3. Aufl., Korbach 2004.

Ein Rundgang durch die alte Stadt, bearb. von Ursula Wolkers, hrsg. vom Wilhelm Bing Verlag und Magistrat der Stadt Korbach mit Förderung der Sparkassenstiftung Waldeck-Frankenberg, Korbach 1999.

Wilhelm Hellwig (Hrsg.): Sagen und Geschichten aus Korbach und Umgebung, 4. Aufl., Korbach 1999.